sábado, 22 de noviembre de 2008

¡Es de bien nacidos ser agradecidos!


Este dicho del refranero popular español es muy conocido y está muy extendido, pero por ello no tiene porque vivirse en la sociedad. En más de una ocasión te encuentras gente a la que conoces de tiempo, y a la que sueles hacer favores, que ante tu bondad y tu querer ser agradable, al más mínimo fallo o descuido, te la acaban liando. Vamos, que pese a que le hagas favores, como en uno no te cuides de que todo salga a la perfección y a ellos no les guste, te la montan, como se dice vulgarmente. Yo lo he comprobado esta semana, y he de decir que sentí pena. Pues uno intenta ser bueno y hacer favores, y al más mínimo error te ves liado por energúmenos desagradecidos, que para colmo te culpan de haberles hecho un favor a su disgusto, y que incluso te llegan a decir que no les haces ningún favor. Vamos que no ven más allá de su ombligo, les ciega su egoísmo y su egocentrismo. Gente sin educación, que creen que el dinero es poder, que el dinero les abre puertas y derriba barreras. ¡Pobrecitos! Algún día la vida se topará en sus mismas narices pestilentas. ¡Que uno no hace favores para que se los reconozcan! Pero para que te pateen tampoco. Así que a ser felices, y a reirse de estos fenómenos, que la vida sigue adelante y hay que disfrutarla.

1 comentario:

gabriel dijo...

Querido Víctor :
Eso que te ha pasado en habitual, no debes de extrañarte. Hay mucha gente que pide favores, y te enreda para que les ayudes, pero como salga mal, tal como tú dices, la culpa la tienes tú. ¿Por qué pasa esto? Porque van a lo suyo.
No te preocupes, que esto te ocurrirá más veces, porque yo creo que tú eres incapaz de no ayudar a quien te lo pida.
Por cierto, me gusta mucho tu blog, per oescribe más a menudo.
Gabriel R.